Arroz integral
Aquí está un artículo sobre lo que considero el rey de los cereales, el arroz.
Incluido dentro de la categoría de carbohidratos, este es el cereal que más se utiliza en Macrobiotica y probablemente también en toda la cocina vegetariana. Como todos los demás cereales, de el sacamos más beneficio si lo consumes en su forma integral. Esto significa que el grano está entero y sin refinar y, por lo tanto, sus propiedades están también enteras.
¿Y cuáles son las principales diferencias de consumir este cereal refinado o integral?
Cuando consumimos arroz refinado, o el llamado arroz blanco, estamos ingeriendo un producto cuyas moléculas son menos complejas que las del arroz integral. Esto sucede porque al grano se le retira su parte exterior y es después blanqueado. En el caso específico de los hidratos de carbono, cuanto más complejas sus moléculas, más tiempo nuestros órganos tardarán en transformarlas en azúcares, que el cuerpo va a usar después como energía. Es decir, al consumir arroz integral aseguramos que nuestro cuerpo va a tener menos picos de azúcar en la sangre, ya que su absorción va a ser mucho más lenta. Por lo tanto el arroz integral contribuye a un mayor equilibrio de nuestro organismo que el arroz blanco.
En relación a propiedades, el arroz integral tiene también más fibra, vitaminas del complejo B y proteína que el arroz blanco. Por otro lado, el proceso de refinamiento del arroz es a menudo químico, convirtiéndolo en un alimento no tan sano.
En lo que se refiere a los órganos, el consumo de arroz integral beneficia sobre todo a los pulmones y al intestino grueso, siendo el cereal de excelencia para tratar cuestiones intestinales. No obstante, su consumo beneficia a la mayoría de los órganos de nuestro cuerpo.
En Macrobiótica asociamos también a cada alimento una estación del año. Del arroz, que puede y debe ser consumido durante todo el año, decimos que es el cereal por excelencia del otoño. ¿Y por qué? Porque es un cereal que energéticamente trae mucho foco y enraizamiento. El otoño, es la época del año en que las lluvias empiezan y donde el viento sopla. Y nosotros tenemos más voluntad de estar recogidos, tenemos más momentos de introspección. Así que, será bueno consumir alimentos que nos puedan proporcionar esta capacidad de concentración para llegar a conclusiones, capacidad de enfoque y eliminación de toxinas que acumulamos en verano. Y estas características son fuertes en el arroz.
¿Y cómo debemos confeccionar el arroz?
El arroz integral debe ser demolido, por lo menos 4h. Cuando lo hacemos, aseguramos que su digestión será más fácil, ya que algunos anti-nutrientes son liberados, y que su tiempo de cocción se reduce. La forma que considero más práctica es dejarlo a remojo por la noche, o bien, poner a demoler por la mañana para cocinar por la noche. Después de remojado, lo cocino normalmente en la olla de presión (1 medida de arroz seco para 2 medidas de agua) con una pizca de sal y una tirita de alga Kombu (que va a dar muchos minerales al arroz y consecuentemente ayudar a la digestión del mismo, ). Cierro la olla cuando el agua levanta hervor, coloco el fuego en mínimo, y dejo cocer por 30 a 40 minutos.
Si no quieres usar la olla de presión, aumenta la porción de agua para 3 cara a 1 medida de arroz, y deja cocinar por unos 50 minutos, con el fuego en mínimo. Pero, personalmente, veo como mucho más sabroso el arroz integral en la olla de presión.
Para las personas que tienen algun problema intestinal, el arroz debe cocer en mayor cantidad de agua y durante algún tiempo extra, pues cuanto más cremoso el arroz esté, más fácil será su absorción.
Espero que, de ahora en adelante, todos pasen a consumir arroz integral! Y por favor, todos a masticar tanto cuanto puedan y van a empezar a sentirse renacidos. 😉